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Escenario de mercado
El mercado de infraestructura de transporte de América del Norte se valoró en 211,8 mil millones de dólares en 2023 y se prevé que alcance una valoración de mercado de 288,6 mil millones de dólares para 2032 con una tasa compuesta anual del 3,5% durante el período de pronóstico 2024-2032.
La infraestructura de transporte de América del Norte, caracterizada por sus vastas carreteras, amplias redes ferroviarias y aeropuertos activos, sigue siendo fundamental para la vitalidad económica del continente. Una evaluación detallada revela que sólo Estados Unidos tiene la asombrosa cifra de 6,58 millones de kilómetros de carreteras. Sin embargo, la inmensidad de esta red se yuxtapone a las crudas realidades del mantenimiento y la antigüedad. La Sociedad Estadounidense de Ingenieros Civiles ha expresado su preocupación y destacó que más de un tercio de estas carreteras principales se encuentran en condiciones subóptimas, oscilando entre calificaciones pobres y mediocres. Esta red vial incluye 76.334 kilómetros de autopistas y un vasto tramo de 2,28 millones de kilómetros de vías sin pavimentar. Para abordar estos desafíos de infraestructura se necesitaría un aporte financiero colosal, estimado en alrededor de 836 mil millones de dólares, destinado únicamente a carreteras y puentes.
El transporte ferroviario, por otra parte, ofrece una narrativa contrastante en el mercado de infraestructura de transporte de América del Norte. Mientras que el ferrocarril de mercancías parece estar floreciendo, registrando el movimiento de aproximadamente 1.200 millones de toneladas de mercancías cada año, el ferrocarril de pasajeros parece estar en un perpetuo juego de ponerse al día en comparación con sus homólogos mundiales. Para ofrecer una perspectiva monetaria, Estados Unidos canaliza aproximadamente el 2,4% de su PIB hacia el desarrollo de infraestructura. Esta inversión parece minúscula, especialmente si se la compara con países como China, donde las cifras superan la marca del 5%.
Se ha reconocido que las tecnologías emergentes pueden cambiar las reglas del juego en este sector. Innovaciones como las carreteras inteligentes integradas en IoT presentan soluciones prometedoras a problemas de gestión del tráfico de larga data. Al mismo tiempo, el aumento de vehículos eléctricos (EV) en las carreteras requiere una perspectiva renovada sobre los requisitos de infraestructura. Dado que el mercado de infraestructura de transporte de América del Norte alberga actualmente más de 150.000 estaciones públicas de carga de vehículos eléctricos, un número que aumenta continuamente, el desafío apremiante es el requisito proyectado. Teniendo en cuenta las estimaciones que apuntan a 40 millones de vehículos eléctricos en las carreteras estadounidenses para 2030, existe una evidente carrera contra el tiempo para mejorar la infraestructura existente. El sueño de las redes ferroviarias de alta velocidad, aunque cautivador, sigue sin realizarse y sólo unos pocos proyectos están más allá de la mesa de dibujo. No es sólo el transporte terrestre el que está sufriendo una transformación; La infraestructura de viajes aéreos también está evolucionando. Los aeropuertos de América del Norte, que atienden a más de 950 millones de pasajeros al año (más de 853 millones en Estados Unidos), están integrando rápidamente mecanismos impulsados por la tecnología para agilizar las operaciones y mejorar la gestión del tráfico aéreo. Financiar estas mejoras transformadoras plantea desafíos importantes en el mercado de infraestructura de transporte. Si bien las vías de financiación tradicionales, como las asignaciones federales y estatales, todavía están en juego, existe un abismo financiero cada vez mayor entre lo que se necesita y lo que está disponible. El año 2022 marcó un cambio notable: América del Norte selló acuerdos de infraestructura de transporte por un valor aproximado de 44 mil millones de dólares a través de asociaciones público-privadas. El papel de los bancos de infraestructura y de diversos instrumentos financieros en este contexto se está volviendo cada vez más fundamental. La mirada de los inversores también se está volviendo global, y los mercados de infraestructura de transporte de América del Norte se están abriendo a la afluencia de inversión extranjera para varios proyectos de gran escala. El acto de equilibrio entre abordar el deterioro de la antigua infraestructura y la integración de nuevas maravillas tecnológicas es, en verdad, un desafío enorme.
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Dinámica del mercado
Conductor: Transporte eléctrico en rápida expansión
Un factor colosal en el mercado de infraestructura de transporte de América del Norte es la electrificación del transporte, especialmente en los vehículos de carretera. La electrificación ya no es una aspiración futurista; se está convirtiendo rápidamente en el pilar. Un informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE) destacó que a finales de 2023, había más de 26 millones de coches eléctricos en las carreteras de todo el mundo, con una parte importante (2,4 millones) en América del Norte. Solo en Estados Unidos, se vendieron más de 918.500 vehículos eléctricos (EV) en 2022, lo que supone un aumento de alrededor del 250 % con respecto a 2018. Las razones son múltiples. Desde las preocupaciones ambientales, dado que el sector del transporte estadounidense contribuye con alrededor del 28% de las emisiones de gases de efecto invernadero del país, hasta la rápida disminución de los costos de los vehículos eléctricos, el escenario está listo para la electrificación. Los precios de las baterías, un componente importante de los vehículos eléctricos, han experimentado una caída asombrosa de aproximadamente 1.100 dólares por kilovatio-hora en 2010 a alrededor de 151 dólares en 2023, lo que hace que los vehículos eléctricos sean progresivamente más asequibles para el consumidor medio. Los gobiernos también están desempeñando su papel. Los créditos fiscales federales en Estados Unidos, por ejemplo, ofrecen hasta 7.500 dólares a los compradores de vehículos eléctricos, mientras que estados como California tienen incentivos adicionales, lo que empuja a más personas a abrazar la revolución de los vehículos eléctricos.
Sin embargo, la adopción de vehículos eléctricos requiere un crecimiento paralelo de la infraestructura de carga. Dado que Estados Unidos y Canadá apuntan a un total conjunto de 0,6 millones de estaciones de carga para 2030, el mercado de infraestructura de transporte se está preparando para inversiones masivas en este segmento. En línea con lo anterior, el gobierno de Estados Unidos ya había asignado más de 7.500 millones de dólares en 2023. Esto va más allá de las cifras; La atención se centra también en los sistemas de carga rápida, y se están invirtiendo en la creación de puntos de carga que puedan alimentar un vehículo eléctrico en menos de 30 minutos.
Desafío: cimientos desmoronados: el dilema de la infraestructura envejecida
Uno de los desafíos más apremiantes que enfrenta el mercado de infraestructura de transporte de América del Norte es el rápido envejecimiento de la infraestructura. El peso de los años no es sólo una carga metafórica sino un problema tangible y mensurable. Según la Sociedad Estadounidense de Ingenieros Civiles (ASCE), la infraestructura de EE. UU., en promedio, recibió una calificación "D+" en su Informe de Infraestructura de 2017. Esta puntuación es emblemática de las enormes deficiencias presentes en el sistema. Los números pintan una historia reveladora. Sólo en Estados Unidos hay más de 617.000 puentes, de los cuales aproximadamente el 42% tienen más de 50 años. De hecho, a partir de 2023, la edad media de los puentes se fija en 43 años. Peor aún, en 2019, el 7,5% (o aproximadamente 46.000) de estos puentes fueron clasificados como "estructuralmente deficientes", lo que implica una necesidad imperiosa de reparaciones o reemplazos. Las carreteras también revelan preocupaciones similares. Se necesitan la friolera de 420.000 millones de dólares para solucionar el retraso en las reparaciones de carreteras, una cifra que no ha hecho más que aumentar con los años. Además, las carreteras congestionadas provocan 3.400 millones de horas perdidas y 2.900 millones de galones de combustible desperdiciados anualmente para los estadounidenses, lo que le cuesta a la economía un costo estimado de 160.000 millones de dólares.
La infraestructura obsoleta no representa simplemente una carga económica en el mercado de infraestructura de transporte; también plantea riesgos de seguridad. El deterioro de las carreteras y puentes puede provocar accidentes, fallos en la infraestructura y, en el peor de los casos, víctimas. Dado que el impuesto federal al combustible, una fuente principal de financiación de infraestructura, no ha experimentado un aumento desde 1993, abordar estas cuestiones evidentes se vuelve aún más complejo. El desafío para América del Norte es claro: revitalizar un sistema envejecido exige no sólo grandes inversiones financieras sino también una visión estratégica a largo plazo para una infraestructura moderna y sostenible.
Tendencia: aprovechar la tecnología en la infraestructura de transporte
La llegada del Internet de las cosas (IoT) está dejando sentir su huella en todo el sector del transporte. Las ciudades inteligentes en el mercado de infraestructura de transporte de EE. UU. están experimentando con carreteras y puentes equipados con sensores. Estos sensores, integrados directamente en la infraestructura, pueden monitorear los patrones de tráfico, detectar el desgaste y enviar datos en tiempo real a sistemas centralizados. Para 2022, se estima que América del Norte tenía más de 2,79 mil millones de dispositivos conectados a IoT, una cifra que se prevé casi se duplicará para 2025. Dado que una parte importante de estos dispositivos están dedicados a mejorar la eficiencia del transporte, la magnitud de la integración tecnológica se hace evidente.
Los vehículos conectados son otro punto de inflexión. En 2021, había aproximadamente 84 millones de automóviles conectados en las carreteras de EE. UU., y se espera que esa cifra aumente a 305 millones en 2035. Estos vehículos se comunican entre sí y con la infraestructura, lo que garantiza un flujo de tráfico más fluido, una reducción de la congestión y mayor seguridad. Para dar esta perspectiva, los estudios sugieren que la comunicación vehicular puede reducir las colisiones no perjudicadas hasta en un 80%, lo que representa no sólo ahorros económicos sino que potencialmente salva miles de vidas anualmente en el mercado de infraestructura de transporte. El transporte público también está experimentando una transformación tecnológica. El seguimiento en tiempo real, los pagos sin contacto y la optimización de rutas impulsada por IA se están convirtiendo en la norma. Ciudades como Toronto y San Francisco han informado de un aumento del 20% en la eficiencia del transporte público y una reducción del 15% en los tiempos de viaje debido a dichas integraciones.
Esta transformación digital en curso en la infraestructura de transporte está respaldada por crecientes inversiones en tecnología 5G. Se proyecta que para 2025, el 75% de la población urbana de América del Norte tendrá acceso a redes 5G, lo que garantizará una conectividad perfecta para los sistemas de transporte del futuro.
Análisis segmentario
Por tipo:
Una mirada más cercana al mercado de infraestructura de transporte de América del Norte por tipo revela que las carreteras y autopistas no son sólo la columna vertebral sino el segmento dominante de la infraestructura de transporte de América del Norte. Controlan un significativo 37% de la participación en los ingresos del mercado. Este dominio está respaldado por los números. Sólo en 2022, la valoración de mercado de la infraestructura de carreteras y autopistas ascendió a la asombrosa cifra de 78.600 millones de dólares. Una inversión tan elevada en caminos y autopistas subraya su papel fundamental a la hora de conectar ciudades, pueblos y zonas rurales, facilitando el comercio y la movilidad en todo el continente.
La trayectoria futura de las carreteras y autopistas también parece prometedora. Las proyecciones sugieren un horizonte brillante con este segmento preparado para crecer a la tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) más alta del 4,2% durante la próxima década, culminando en 2031. Varios factores contribuyen a esta perspectiva optimista. La creciente urbanización, el crecimiento demográfico y la creciente demanda de vías de transporte eficientes en América del Norte requieren la expansión y el perfeccionamiento de la red vial existente. Si a esto le sumamos el enfoque del continente en establecer una conectividad interurbana e interestatal fluida, resulta evidente por qué las carreteras y autopistas seguirán reinando en el futuro previsible.
Por Tipo de Construcción:
El mercado de infraestructura de transporte de América del Norte está dominado por las nuevas construcciones, con una participación mayoritaria de más del 73,3% del mercado. Este dominio refleja el impulso agresivo del continente para ampliar su huella de transporte. Ya sea estableciendo nuevos corredores de tránsito, construyendo circunvalaciones para descongestionar los centros urbanos o estableciendo nuevas vías para conectar áreas remotas, nuevos proyectos de construcción están en pleno apogeo en toda América del Norte.
Sin embargo, si bien las nuevas construcciones tienen la participación mayoritaria, hay otro segmento que está acaparando la atención: el de las renovaciones. Dado que una parte importante de la infraestructura de transporte de América del Norte está envejeciendo y necesita mejoras o reparaciones, el segmento de renovación está experimentando un impulso acelerado. Se espera que crezca a un ritmo rápido, registrando la CAGR más rápida del 4,3% entre 2023 y 2031. Este crecimiento puede atribuirse al doble desafío de mantener la integridad estructural de la infraestructura existente y al mismo tiempo modernizarla para atender las demandas contemporáneas. Factores como los cambios en los patrones climáticos, el aumento de la carga vehicular y la necesidad de integrar tecnología en sistemas heredados están impulsando inversiones en proyectos de renovación.
Por Modo de Transporte:
El transporte por carretera se destaca como el modo dominante en el mercado de infraestructura de transporte de América del Norte, con una impresionante participación del 51,2% en 2023. Su dominio no se refiere solo a la participación de mercado, sino también a las perspectivas de crecimiento, ya que este segmento se está expandiendo con la CAGR más alto del 4,4%. Las razones detrás de este predominio son multifacéticas. La utilización del transporte público en las carreteras no sólo proporciona movilidad a las personas sino que también impulsa la economía en general. Los impactos económicos son evidentes en los patrones de inversión. México, por ejemplo, ha invertido mucho en este sector, con 16 inversiones específicas por un total aproximado de 4.600 millones de dólares. Estas inversiones abarcan la construcción de carreteras, intercambios y otras instalaciones de infraestructura de transporte.
Sin embargo, si bien las inversiones están llegando a raudales en todo el mercado de infraestructura de transporte de América del Norte, existe una disparidad notable entre el financiamiento requerido y el real para abordar las necesidades de infraestructura del continente. La Sociedad Estadounidense de Ingenieros Civiles (ASCE) destacó esta cuestión, señalando una alarmante "brecha de inversión en infraestructura" que, si no se controla, podría resultar en una asombrosa pérdida de 10 billones de dólares del PIB estadounidense en esta década. Las demandas de transporte representarán la mayor parte de estas necesidades de financiación. La urgencia de abordar estas brechas no tiene que ver sólo con el crecimiento económico sino también con la seguridad y la funcionalidad. El informe de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental de EE.UU. arroja luz sobre el estado de deterioro: el 10% de los puentes se consideran físicamente defectuosos y otro 14% están operativamente obsoletos. En esencia, uno de cada cuatro puentes requiere atención. El Acuerdo Bipartidista de Infraestructura, firmado en 2021 con una asignación de 550 mil millones de dólares, es un paso hacia la reparación de estos déficits de infraestructura. El acuerdo subraya el compromiso de ampliar, renovar y modernizar las vías de transporte, garantizando viajes más seguros y eficientes.
Por finalidad de infraestructura:
En el mercado de infraestructura de transporte de América del Norte, el segmento público emerge como el actor predominante, capturando una importante cuota de mercado del 63,3%. Este predominio subraya el papel fundamental que desempeña la infraestructura pública a la hora de atender las vastas y variadas necesidades de movilidad de la población del continente. Desde metros urbanos que transportan a millones de personas diariamente hasta autopistas que conectan el corazón del país, la infraestructura pública satisface diversos requisitos demográficos y geográficos. Esta elevada proporción es testimonio de la confianza y dependencia depositada en los sistemas públicos, que a menudo se consideran más accesibles, asequibles y sostenibles en comparación con sus homólogos privados. La gran escala de las operaciones de infraestructura pública requiere inversiones significativas en su mantenimiento, expansión y modernización.
A medida que la urbanización se intensifica y la población crece, la demanda de infraestructura pública aumentará en el mercado de infraestructura de transporte de América del Norte. Atender esta demanda requerirá no solo inversiones financieras sino también una planificación innovadora, la colaboración de las partes interesadas y un compromiso con la sostenibilidad y la inclusión. En esencia, el dominio de la infraestructura pública en el mercado es a la vez un reflejo de su importancia actual y un indicador de su futura centralidad en la narrativa del transporte de América del Norte.
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Análisis Regional
El mercado de infraestructura de transporte en América del Norte presenta un panorama variado, y cada país, incluidos EE. UU., Canadá y México, presenta características, desafíos y oportunidades distintas. En los últimos años, México ha surgido como un actor importante en este ámbito. Se proyecta que el mercado de infraestructura de transporte del país será testigo de una impresionante trayectoria de crecimiento, con una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) esperada del 5,1% en los próximos años. Varios factores alimentan este crecimiento anticipado. Durante las últimas dos décadas, México ha experimentado un fuerte aumento en el comercio exterior y las actividades de viajes. La ampliación del transporte de bienes, tanto para consumo interno como para exportación, particularmente a importantes socios comerciales como Estados Unidos y Canadá, ha subrayado la necesidad de un sistema de transporte sólido y eficiente. Un dato destacado que reafirma esta tendencia es el creciente volumen de mercancías que llegan a los puertos mexicanos. Ya sea para consumo interno o para tránsito a otras naciones, existe una demanda palpable de infraestructura mejorada para respaldar este aumento.
Estados Unidos, por otro lado, sigue dominando el panorama del mercado de infraestructura de transporte en América del Norte. En 2023, el valor de mercado asciende a la asombrosa cifra de 164.100 millones de dólares. Este dominio es un testimonio de los esfuerzos sostenidos del país para mejorar su infraestructura de transporte. La expansión de carreteras y redes de trenes, nuevos proyectos de construcción a lo largo y ancho de la nación y los esfuerzos de restauración de instalaciones dañadas reflejan el compromiso del país de fortalecer su columna vertebral de transporte. Un ejemplo de ello son las inversiones que se dirigen a perfeccionar las operaciones existentes e iniciar otras nuevas. Además, el acuerdo bipartidista de infraestructura firmado en 2021 por el presidente de Estados Unidos acentúa aún más este compromiso. Este acuerdo, que asigna una suma monumental de 550 mil millones de dólares, tiene como objetivo inyectar fondos federales adicionales a la ya expansiva infraestructura del país. De este presupuesto, nada menos que 110.000 millones de dólares se han destinado exclusivamente a infraestructuras de transporte público. Este importante desembolso financiero no se refiere únicamente a carreteras, ferrocarriles y puertos. Subraya una visión más amplia: mejorar la calidad de vida de los ciudadanos estadounidenses. Al facilitar el acceso a opciones de transporte confiables, ecológicas y seguras, el acuerdo busca revolucionar la forma en que las personas se desplazan, trabajan y viven.
Principales actores en el mercado de infraestructura de transporte de América del Norte
Descripción general de la segmentación del mercado:
Por tipo
Por tipo de construcción
Por modo de transporte
Por propósito de infraestructura
Por aplicación
Por país
Atributo del informe | Detalles |
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Valor del tamaño del mercado en 2023 | 211,8 mil millones de dólares |
Ingresos esperados en 2032 | 288,6 mil millones de dólares |
Datos históricos | 2019-2022 |
Año base | 2023 |
Período de pronóstico | 2024-2032 |
Unidad | Valor (millones de dólares) |
CAGR | 3.5% |
Segmentos cubiertos | Por tipo, por tipo de construcción, por modo de transporte, por propósito de infraestructura, por aplicación, por país |
Empresas clave | ACS Group, AECOM, Bechtel Corporation, CK Hutchison Holdings Limited, Fluor Corporation, HDR, Inc., Jacobs Engineering Group, Kiewit Corporation, Kraemer North America, Larsen & Toubro Limited, OHLA USA, Parsons Corporation, Skanska USA Inc., The Bouygues Grupo, VINCI Construction, otros actores destacados |
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